Paisaje el núcleo

Por Carla Ochoa

Maikel Sotomayor, quien pudiera decirse ha hecho del paisaje el núcleo de su creación, defiende las ganancias visuales y discursivas del género al representar escenarios donde la síntesis actúa como generadora de significados. Recostado al Horcón (2016) a priori propone un paisaje campestre cubano; sin embargo, cómo queda resuelto el espacio a partir dos áreas de color verde y azul que dividen la tierra y el cielo, y las escasas líneas que definen el resto de elementos, hacen de la pieza una muestra genuina de un paisaje simplificado. El artista prescinde del detalle y de elementos descriptivos; la escena queda sujeta a la expresión pura de un cromatismo que habla por sí solo. Que le digo a la luna (2016) refuerza esta idea al ser una obra en la que además, el universo subjetivo y simbólico se entremezcla con lo anecdótico. De naturaleza prácticamente abstracta, la obra funciona como una síntesis de nocturnidad, de la soledad humana frente a la inmensidad astral, de interconexión casi esotérica entre lo intrínseco y lo intangible.